La siguiente anécdota fue relatada por el escritor y divulgador matemático Charles Seife en su libro "El cero: biografía de una idea peligrosa".
El 21 de septiembre de 1997, el acorazado Yorktown bordeaba las costas de Virginia cuando quedó detenido en medio de las aguas. Este acorazado estaba preparado para resistir el ataque de un torpedo o la explosión de una mina, pero no estaba preparado para el ataque de un 0.
En el Yorktown se había instalado un nuevo programa informático que controlaba las máquinas. Por desgracia, nadie detectó la bomba que se había instalado y que representaba un 0 en los códigos, un 0 que debía haber sido borrado durante la instalación y que, sin saber el por qué, quedó escondido y olvidado en el código.
Cuando el programa intentó dividir por 0 los 80.000 caballos de potencia del buque se originó el colapso del ordenador y los motores quedaron inutilizados. Tres horas fue lo que se tardó en reactivar los controles de emergencia del motor y poder llevar al buque al puerto más cercano. Los ingenieros tardaron dos días en extraer el 0 del programa y dejar el buque de nuevo operativo.
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